¿Sabías que en estos momentos se están desarrollando medicamentos y microchips en el espacio? Parece de ciencia ficción, pero es totalmente real. Y lo más importante, podría tener un gran impacto en nuestras vidas.
Investigar en el espacio permite lograr avances en fármacos y tecnología que serían imposibles en la Tierra. La microgravedad y otras condiciones únicas del entorno espacial abren un mundo de posibilidades para la innovación.
En este artículo te contaré exactamente qué se está haciendo en los laboratorios espaciales, por qué es tan revolucionario y cómo podría cambiar el futuro de la medicina y la informática.¡Empecemos!
Desarrollo de fármacos milagrosos
Uno de los campos que más se beneficiará de la investigación espacial es la medicina, específicamente el desarrollo de nuevos medicamentos.
Debido a la microgravedad, en el espacio es mucho más sencillo cristalizar proteínas. Entender la estructura de estas moléculas es clave para comprender el funcionamiento de enfermedades y crear fármacos más efectivos.
Por ejemplo, el mal funcionamiento de ciertas proteínas está detrás de dolencias como el Alzheimer o el cáncer. Analizarlas en el espacio permitirá a los científicos diseñar tratamientos más específicos para combatir estas enfermedades.
Otra gran ventaja es que en microgravedad se pueden generar moléculas más grandes y complejas, imposibles de crear en la Tierra. Esto abre la puerta al desarrollo de medicamentos completamente nuevos.
Incluso se pueden fabricar directamente fármacos y otros compuestos bioquímicos en órbita. Las moléculas sintetizadas en el espacio son más estables y puras.
La carrera para curar el cáncer desde el espacio
De todas las enfermedades, la investigación espacial se está centrando especialmente en combatir el cáncer.
De hecho, en 2024 la NASA destinará millones de dólares a realizar experimentos relacionados con el cáncer en la Estación Espacial Internacional.
Y no solo la NASA se ha propuesto este ambicioso objetivo. Empresas privadas como SpaceX o Blue Origin planean construir sus propios laboratorios espaciales. Uno de sus objetivos principales es desarrollar nuevos fármacos contra el cáncer.
Gracias a estas iniciativas, en la próxima década podríamos ver nuevos tratamientos mucho más efectivos contra esta enfermedad. Incluso se habla de una posible cura definitiva. Sin duda, sería todo un hito en la historia de la medicina.
Ordenadores hiperveloces y materiales asombrosos
Pero la investigación espacial no solo nos traerá avances médicos. Otro campo que se revolucionará son los materiales y la informática.
En concreto, la microgravedad permitirá optimizar la estructura de materiales clave en la fabricación de microchips, como el silicio o el germanio.
Incluso se podrían crear materiales totalmente nuevos con propiedades asombrosas. Y usarlos para construir microchips y procesadores mucho más veloces y eficientes.
Algunos expertos calculan que con estos nuevos materiales espaciales, los ordenadores podrían llegar a ser entre 10 y 100 veces más rápidos.
Este incremento de la potencia informática impulsaría grandes avances en inteligencia artificial, realidad virtual, Internet de las cosas, vehículos autónomos y otras tecnologías punteras.
Un futuro prometedor pero con desafíos
Como ves, investigar en el espacio podría cambiar el mundo tal y como lo conocemos. Sin embargo, quedan algunos desafíos por superar.
Por ejemplo, actualmente el acceso a laboratorios espaciales como la EEI es muy limitado. Por eso se están construyendo instalaciones de investigación privadas. Aunque llevará unos años tenerlas operativas.
Otro reto importante es lograr producir estos nuevos materiales y fármacos a gran escala para llevarlos a la Tierra. Pero varias startups ya trabajan en ello mediante impresoras 3D y otros métodos.
Así que, aunque queda mucho por hacer, el futuro de los laboratorios espaciales es muy prometedor. Quizás en unos años veamos los primeros medicamentos “espaciales” en farmacias y ordenadores hiperveloces basados en materiales imposibles de crear en la Tierra.
La nueva revolución industrial podría venir del espacio exterior. ¿Tú qué opinas?