¿Son buenos los cepillos eléctricos?

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Antes, la decisión más importante a la hora de comprar un cepillo de dientes era si las cerdas eran suaves, medias o duras. Ahora hay docenas de tipos de cepillos, desde los más sencillos hasta las versiones eléctricas más caras. Pero, ¿merecen la pena los cepillos eléctricos?

Los cepillos de dientes normales cumplen su función cuando se utilizan de forma correcta, dice Kimberly Harms, DDS, portavoz de la Asociación Dental Americana. El problema es que muchos de nosotros no los usamos durante los dos minutos recomendados ni llegamos a todos los dientes. Es entonces cuando un poco de potencia extra puede ser útil.

Un cepillo eléctrico puede cubrir un área más grande con mayor rapidez, por lo que se limpian más superficies en el mismo tiempo. Cuando te cepillas a mano, haces unas 300 pasadas por minuto. Compárelo con los miles -en algunos casos decenas de miles- de pasadas por minuto que hace una eléctrica.

Aunque ahora nos centraremos en si es bueno el cepillo eléctrico, te animamos a que le eches un vistazo al artículo ¿Cepillo eléctrico o manual?

Ventajas del cepillo eléctrico

Un estudio reciente demostró que las personas que los utilizan tienen menos placa y enfermedades de las encías.

“Los cepillos eléctricos son útiles para ciertas personas, como las que tienen problemas para usar las manos”, dice Eugene Antenucci, DDS, profesor clínico asistente de la Facultad de Odontología de la Universidad de Nueva York.

Otras personas a las que pueden ayudar son:

  • Los niños: Los niños pueden pensar que los eléctricos son más divertidos y fáciles de usar.
  • Personas con aparatos dentales: Estos cepillos pueden limpiar dentro y alrededor de las partes metálicas.
  • Cepilladores perezosos: Si tu dentista cree que no estás eliminando suficiente placa con un cepillo manual, puede sugerirte uno electrónico.

Contras del cepillo eléctrico

Principalmente, el coste. Al comprar un cepillo dental eléctrico puedes gastar 100 euros o más. Además, los cabezales de los cepillos eléctricos deben cambiarse con la misma frecuencia que los de la vieja escuela. El gasto extra puede sumar.

“También pueden llevar a una falsa sensación de logro”, dice Antenucci. “Puedes sentir que te cepillas mejor porque te has gastado 50 euros en un cepillo eléctrico, aunque no sea así”.

Los eléctricos también son más grandes y voluminosos, lo que hace que sean más difíciles de guardar en el bolso o la maleta.

¿Cuáles son los diferentes tipos de cepillos eléctricos?

Hay varias categorías de cepillos eléctricos. La principal diferencia es la forma en que se mueve el cepillo:

  • Rotativo: El cabezal se mueve en un movimiento circular a una velocidad de entre 3.000 y 7.500 pulsaciones por minuto. Un cepillo de dientes en el que el cabezal alterna las direcciones se llama oscilación de rotación.
  • Sónico: Utilizan un movimiento de lado a lado a una velocidad unas 10 veces superior a la de un cepillo rotatorio: unas 31.000 pasadas por minuto.
  • Ultrasónico: El rápido movimiento de lado a lado crea vibraciones que desalojan la placa.
  • Iónico: El cabezal del cepillo no se mueve. Una baja corriente eléctrica en las cerdas atrae la placa.

¿Qué tipo es mejor? Por el momento, no hay suficientes investigaciones para asegurarlo.

¿Cuánto deberías gastar en un cepillo eléctrico?

Para facilitarte la compra de tu cepillo aquí te dejamos un listado con los mejores cepillos eléctricos del mercado y sus precios.

Los cepillos desechables que funcionan con pilas cuestan entre 5 y 15 euros, mientras que las versiones eléctricas recargables oscilan entre 35 y más de 130 euros.

Algunas versiones vienen con estuches de viaje y sensores incorporados que avisan cuando te cepillas demasiado fuerte. Otros tienen temporizadores integrados que emiten un pitido cada 30 segundos durante 2 minutos para avisar de que es hora de pasar a otra parte de la boca.

Las versiones de alta tecnología tienen tecnología Bluetooth que envía datos sobre tus hábitos de cepillado a tu teléfono. “Al igual que con un coche, hay que pagar más por las campanas y los silbatos”, dice Antenucci.

“Al fin y al cabo, la forma de utilizar el cepillo de dientes es más importante que el propio cepillo”, dice Harms. “Asegúrate de que te cepillas con cerdas suaves y una pasta de dientes con flúor durante dos minutos, dos veces al día”.

 

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